4 Factores Para Saber Cuándo Afinar Tu Piano

¿Cada Cuánto Debo Afinar Mi Piano?

(0 bien ¿Cuánto dura una afinación?)

Esta es una de las preguntas más comunes que hacen los pianistas. ¿Quieres la respuesta corta o la respuesta larga? Si hemos de responder con rapidez diremos 12 meses. Una afinación bien hecha debería durar por lo menos un año. Sin embargo esta es una respuesta muy arbitraria porque hay varios factores a tener en cuenta. Hay por lo menos cuatro factores que van a definir la duración de una afinación: La intensidad con que se usa el piano, El entorno climático, La robustez de la estructura del piano y La exigencia del pianista.


1. La intensidad del uso del piano:


  • No se toca casi nunca: Esos pianos que quedan todo el año como un mueble más y en alguna fecha, quizás navidad, con la visita de algún hijo que vive en el extranjero o en alguna reunión social se levanta la tapa y vuelve a la vida por unos minutos, con suerte algunas horas. Estos pianos no necesitan casi afinarse; y una vez puestos a punto pueden durar dos, tres y más años afinados siempre y cuando los otros tres factores no incidan demasiado en la ecuación. Si este es tu caso, la recomendación es afinarlo justo antes de esa fecha especial para no tener sorpresas.
  • Se usa cada semana, al menos una o dos horas. En estos casos se recomienda una afinación anual, a lo sumo cada dos años.
  • Se usan cada día de una a tres horas. Este ya es un uso algo intenso, que además va acompañado de una exigencia un tanto mayor ya que al usarse, también crece la musicalidad y el oído fino del ejecutante. Estos pianos deben afinarse al menos una vez al año, sino un poco más frecuente.
  • Conservatorios o lugares de estudio que reciben un arduo trabajo durante muchas horas semanales y deben afinarse cada seis meses.
  • Teatros y estudios de grabación que deben afinarse cada vez que se van a usar para un concierto público o para grabar.



2. El entorno climático del instrumento


Este es un aspecto importante y muchas veces descuidado. Tu piano no debería estar al lado de una estufa o aire acondicionado, o junto a una ventana que se abre para dejar entrar un chiflete en pleno invierno cuando la habitación está calefaccionada. El punto aquí es que el piano tiene partes estructurales que son de madera y que se dilatan o contraen con los cambios de temperatura y humedad. Si bien es cierto que el arpa ha sido diseñada y construida de fundición para ser estable y no sufrir variaciones, hay otras partes del piano que son de madera, que inciden directamente en la tensión de las cuerdas y que no pueden evitarse. Concretamente el puente donde todas las cuerdas apoyan está a su vez montado sobre una delgada membrana de madera que llamamos tabla armónica. Esta tabla "flota", por así decirlo, recibiendo la tensión de las cuerdas sobre el puente tal como lo haría una cama elástica con un peso apoyado en el medio. Es de suponerse que con un aumento de la humedad y la temperatura la madera de esta membrana se dilatará, hinchándose y produciendo una curvatura más pronunciada que la habitual, levantando el puente a su vez contra las cuerdas y modificando la tensión de las mismas. El resultado es evidente: se desafina. Si a esto le añadimos que el efecto es periódico, con los cambios día/noche, frío/calor, Sol/humedad, etc. tendremos un piano que está en constante dilatación y contracción y cuya afinación durará menos que nada. Por eso no se trata tanto de lograr la humedad y temperatura ideales para el piano, sino de que éstas sean estables. Si el piano se encuentra en un ambiente protegido y estabilizado contra los vaivenes del clima, lo lógico sería tener que afinarlo una vez al año, con el ciclo de las estaciones.



3. La robustez de la estructura del piano


Luego de leer el punto anterior parece bastante evidente lo que podríamos mencionar aquí. Pero vamos a mencionar una región del piano que también es crítica para la afinación: El clavijero. Esta pieza del piano consta de una madera semidura, usualmente Haya europea que abarca toda la extensión de derecha a izquierda del mueble del piano y que posee unos 200 a 220 agujeros con el calibre exacto de las clavijas. Estas últimas se insertan unos 3 a 5 cm de profundidad y soportan una tracción de aproximadamente 80 kg de fuerza de cada cuerda de acero. El clavijero, por lo tanto, al ser de madera sufre también las variaciones de humedad y temperatura y puede perder el poder de agarre sobre la clavija, dejándola floja y débil para sostener la afinación. Los pianos robustos, tienen clavijeros firmes, con clavijas que cuesta mover, arpas más gruesas y pesadas, partes más sólidas y sufren menor variación ante los agentes climáticos. Un minipiano, por el contrario, liviano, con cuerdas más cortas y piezas más delgadas tendrá una afinación menos estable.



4. La exigencia del pianista

Este es un factor totalmente subjetivo y que incluso va a diferir del criterio del afinador. Hay quienes no notan demasiado las desafinaciones y hay quienes no toleran la más mínima impureza. Si perteneces al primer grupo y no logras darte cuenta demasiado de cuando el piano se está desafinando, entonces la recomendación es afinarlo una vez al año que es el estándar habitual, o a lo sumo cada dos años, ya que es necesario mantener el piano en 440 Herz y evitar que se baje de tono.
Si, por el contrario, perteneces al grupo de los exigentes con oído tísico, vas a empezar a sufrir ante la primera variación. Mi recomendación es que consigas el piano más sólido posible. En general los pianos nuevos o semi nuevos tienen clavijeros muy firmes. Si no puedes costear un piano así, pide a tu afinador que te ayude a encontrar un piano más antiguo pero con clavijero firme y mueble robusto. Si es grande y con cuerdas largas puede ayudar. No olvides siempre consultar a tu afinador de confianza para evitar una mala compra.



Probando como quedó nuestra afinación en ION
Probando como quedó nuestra afinación en estudios ION
Por último, no olvides que todos los pianos se van bajando poco a poco de manera imperceptible. Un piano que hoy está en 440 Hz puede llegar al año con la afinación muy conservada pero en 437 Hz; a los dos años en 433 Hz o menos y a los tres años un cuarto de tono abajo. Esta es la razón por la que necesitamos afinar el piano regularmente a pesar de que suene bastante afinado.
Agenda tus afinaciones con anticipación y obtén un descuento por cliente habitual. Casi todos los afinadores suelen cobrar menos cuando el piano se afina regularmente. También los pianos sufren menos riesgos cuando no tienen que subirse de tono.

Espero que teniendo en cuenta estos cuatro factores puedas llegar a tu propia conclusión sobre cuán regularmente debes afinar tu piano. Te dejo un abrazo cordial y nos vemos en la próxima entrega de nuestros Piano Tips.


Cordialmente




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